domingo, 25 de octubre de 2009

"El último Croto"

Un vientito libertario
cruzaba por mi moyera
cuando "cuadré" la "linyera"
con todo lo necesario.
A rumbos imaginarios
trazados en mis desvelos,
por las hueyas de mi suelo
partí con el "mono" al hombro,
como pichón con asombro
intentando el primer vuelo.
En la cabeza, los sueños,
al pecho las esperanzas,
en el lomo la confianza
puse con todo mi empeño.
De los senderos el dueño
ocasiones me sentía.
y a las potras utopías
con mi anarco lazo crioyo,
le iba tirando con royos
mis versos y rebeldías.
Un viejo poncho pesao,
que fuera herencia de tata,
y dos pares de alpargatas
y una lonita había alzao.
Sobre el "mono" iban colgaos
el "bandoleón" y "vitrola",
"matienso" y la "sin virola",
en la bolsa "bagayera"
junto a la crioya salmuera
picante como eya sola.
P'atracar a'lgún galpón,
donde interesa la traza,
"copaychego" y "batarazas"
yevaba pa la ocasión.
"berretines un montón
que les copié a los mayores,
bolseros de los mejores
de los yamaos "pugilistas"
que pa las "bayas" artistas
eran más que estibadores.
Sentao encima e'l "perico"
como pintao por Florencio,
si habré matiao en silencio
oservao por el milico.
Era cuco pá los chicos
de lejos lo presentía,
si un "pique" no conseguía
"baratiaba" en el galpón,
pá ganarme el "tarascón"
y seguir sobre la vía.
Cuando a una estancia yegaba,
si habré peleao con los perros,
sin mostrarle nunca el "fierro"
(un detaye que cuidaba.)
Si a churrasquiar convidaban
pasaba y agradecía,
y si no, con cortesía,
con un campero lenguaje,
pedía, pa' seguir viaje,
las famosas "Tres marías".
Al divisar un molino,
y si leña había cercón,
solía parar tranquilón
sin cuerpiarle al "guardahilos".
Después ganaba el camino
y en tiempos de deschalada
dejé la espiga pelada.
por muy poquito dinero
y algún guiso chacarero
que me comí en la ranchada.
Así un tiempito pasaba
en la lucha como el chancho,
y después, como el carancho,
el vuelo enseguida alzaba.
A otra hueya enderezaba
bajo el cielo universal,
maldiciendo al capital
alambrador de terruños
y al tranco, cerrando el puño,
me aferraba a mi ideal.
Felipe Olivera Moreno
Dedicado a los Crotos Libres de Mar del Plata. El escritor es oriundo de la ciudad de Madariaga, Provincia de Buenos Aires, Argentina.